Entrevista a Antonio Pérez Río: El “anticrisis” de los 40
19 junio, 2025
Antonio Pérez Río, fundador de LENS y ganador del Premio Iberoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez 2025
Con el currículum en la mano y el artículo de su último premio en prensa, vemos que el director de LENS nació el 2 de marzo de 1972 en Madrid.
Es licenciado en Derecho, Diplomado en Educación social y a partir de 1999 trabajó durante 11 años y 8 meses en la Comunidad de Madrid en el diseño e implementación de programas educativos orientados a la integración social y familiar de menores en situación de riesgo social.
En el año 1999 comenzó a formarse en poesía y en el 2005 en fotografía.
En el 2011 fundó LENS y a partir del 2015 empezaron a llegar las exposiciones, publicaciones y premios… ¡comienzan nuestras pesquisas!
- ¿El secreto está en la vida?
El secreto está en creer que existe un secreto y no dejar de buscarlo, de asombro en asombro, independientemente de la edad que tengas.
- ¿Cómo te enfrentaste a la toma de decisiones que te han llevado del Derecho a la creación?
Vivir es tan supercalifragilístico que una vida no es suficiente. Por eso tengo la vocación de vivir varias vidas y creo que la estoy cumpliendo. Yo estudié Derecho pero, una vez comenzada la carrera, comprendí que no quería dedicarme a ello. Acabé la carrera y pasé un par de años desorientado. Luego aprobé una oposición y me convertí en Educador de Menores Protegidos, un trabajo hermoso, duro e intenso. Dediqué once años de mi vida a intentar construir un entorno mejor para niños y adolescentes que tenían una vida difícil. Paralelamente, escribía porque era lo mejor que sabía hacer. Luego se cruzó la fotografía en mi camino y me entregué a ella. Del cruce de la educación y la fotografía surgió LENS, que me llevó a crear un proyecto nuevo y a abandonar mi plaza en la administración pública, en un momento complicado por la crisis económica que entonces asolaba España. Después de las incertidumbres provocadas por la pandemia, la escuela ha alcanzado una gran estabilidad y eso me permite regresar a la lectura y a la escritura con mayor dedicación. Tengo un gran equipo y sé que puedo confiar en él.
- Echando la vista atrás, ¿te imaginabas a tus 30 que acabaría siendo un poemario tuyo la obra ganadora del 45 Premio Iberoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez? (El poemario ‘El undécimo mandamiento‘ de Antonio Pérez Río, fue premiado entre 793 obras presentadas, con 25.000 euros y la publicación de la obra en mayo de 2025).
A mis 30 quizás, pero a los 40 seguro que no, porque estaba dando un largo rodeo para llegar a donde estoy hoy. Pero yo soy así, necesito dar rodeos para llegar al sitio correcto. Cuando vas despacio, las piezas se van colocando solas, de una manera bastante natural. Bueno, se van colocando solas, pero hay que echarlas una mano.

Portada ‘El Undécimo Mandamiento’ ©Antonio Pérez Río
- En el 2011 fundas LENS y además de ganarte el reconocimiento en la formación fotográfica, también lo haces en el de los creadores de visuales ¿cuál de tus proyectos artísticos es tu favorito?
En realidad, tengo pocos proyectos, porque creo en la cocina a fuego lento y, además, hasta ahora tenía muy poco tiempo para desarrollarlos. De todos modos, mis proyectos siempre han tenido un carácter híbrido, mezclando textos e imágenes, y eso ha generado una mayor dificultad en su recepción. En cuanto al proceso, me quedo con Obras Maestras, porque pasé días y días en el interior del museo del Louvre, trabajando en solitario, con un propósito claro que daba sentido a las veinticuatro horas del día, de asombro en asombro, de croissant en croissant, inmensamente feliz. En cuanto al resultado, el libro de Las Metamorfosis me parece una joya. Como buen discípulo de Keats, me parece importante aportar algo de belleza y verdad al mundo y creo que mis dos libros y las obras que he expuesto en ocasiones apuntan en esa dirección.
- ¿Qué es para Antonio Pérez Río la palabra y la imagen?
Son dos sustancias vitales, como el agua o el aire, que permiten la vida del espíritu humano: pueden mejorar su existencia o convertirse en puro veneno. De hecho, nunca se ha producido tanto veneno textual y visual, en cantidades industriales, como en nuestros tiempos. No sé si el ser humano puede sobrevivir a tanta basura sin convertirse en un ser abyecto, no sé si la sociedad del ruido incesante puede escuchar las voces que defienden la democracia. Por eso creo en la importancia de limpiar las palabras y las imágenes de la polución diaria y devolverles su poder luminoso, abrir nuevos sentidos, aceptar la incertidumbre, vivir en un estado de curiosidad permanente.
- Como educador, ¿algún consejo para aquellas personas que no se atreven a dar el salto al mundo de la creación artística, aunque se mueran de ganas? ¿Cómo se integra placer y deber?
Si no te atreves a dar el salto, es que no lo tienes que dar. No pasa nada. Si lo quieres dar, yo aconsejo tener los pies en el suelo y el alma por los aires. No basta con tener sueños: haz planes. Y no seas esclavo de tus planes, practica la flexibilidad mental: en ocasiones, la vida te protege de tus planes y, pasado el tiempo, comprendes que lo mejor que te pudo pasar fue que no se cumplieran. En cuanto a virtudes, creo en la humildad, el humor, el esfuerzo, el compromiso. También hace falta una cierta ambición y mucha paciencia: en este país, el que no abandona, el que resiste, gana. Respecto a la integración de placer y deber, llevo catorce años perfeccionando la ecuación. Va por el buen camino.
¡MUCHAS GRACIAS POR TUS PALABRAS ANTONIO!
Obras Maestras – ©Antonio Pérez Río