LENS en GETXOPHOTO 2025
1 julio, 2025
Un año más nuestras alumnas y alumnos tuvieron la suerte de asistir a Getxo MAPS (Mejores Amigxs Para Siempre), un encuentro de estudiantes de escuelas de fotografía que reunió a artistas visuales emergentes los días jueves 29, viernes 30 de mayo y domingo 1 de junio dentro del Festival de Getxophoto 2025. En esta ocasión, a diferencia de un portfolio review, MAPS se centró en crear un espacio de encuentro, intercambio y colaboración entre participantes, quienes compartieron sus trabajos y experiencias.
En esta edición, Lens Escuela estuvo representada por tres alumnos de MAPA – Máster Online de Creación Fotográfica. Y todavía habrá que esperar, pero quizá uno de sus proyectos sea seleccionado para ser expuesto en la próxima edición de Getxophoto.
Desde Lens, la experiencia fue valorada muy positivamente: el festival fue descrito como “fenomenal”, con actividades enriquecedoras, charlas de gran nivel y una organización atenta. Se destacó su enfoque en temas contemporáneos y actuales de la fotografía, así como el ambiente amigable de los encuentros MAPS, que sirvieron como una valiosa introducción al festival y a nuevas formas de entender la práctica fotográfica.
Getxophoto 2025 MAPS ©Maider Jiménez
A continuación os presentamos parte de sus trabajos para que os quedéis con sus nombres y les sigáis la pista:
“El Espejo Mío” de Dorian Tutuianu
Este proyecto explora cómo la exposición constante a pantallas y algoritmos moldea la forma en que percibo mi cuerpo y mi imagen. Me hago fotografías rodeado de objetos que prometen embellecer, en escenas que combinan lo satírico con lo íntimo. A través del autorretrato, reflexiono sobre la tensión entre lo auténtico y lo impuesto – entre cómo me veo y cómo se espera que me muestre. En el fondo, persiste una pregunta: ¿Qué significa vivir bajo la mirada de ojos maquínicos?
©Dorian Tutuianu
“DOMINIQUE & DAKOTA” de Jaqueline Larsen
Dominique es mi hermana menor. Nació cuando yo tenía 6 años, y tuvo un gran impacto en mi. Me puse tan celosa que me quedé sorda durante un tiempo. Una vez superado este incidente, construimos un vínculo como nunca había tenido. Dominique me seguía a todos lados, me imitaba, intentaba captar mi atención constantemente, y se convirtió en un pilar en mi vida. Con el pasar de los años, y la entrada de Dominique en la adolescencia, nuestro vínculo se debilitó, ella empezó a distanciarse de mi, ya no era su referente, y se me hacía muy difícil convencerla de hacer cosas conmigo.
En 2017, me dieron la oportunidad de estudiar en el extranjero, y mi necesidad de aprovechar el tiempo que me quedaba con ella se incrementó, pero ella no lo percibía de la misma manera, y a penas pasamos tiempo juntas antes de irme. Unos meses después de mi partida, me enteré de que mi hermanita, que tenía 21 años en ese momento, estaba embarazada. La sentí más lejos que nunca. Poco antes de que Dakota (su hija) naciera, nos enteramos de que iba a nacer con varios problemas de salud, de hecho pasó sus primeros 6 meses de vida en el hospital sin saber si sobreviviría, y Dominique transitó esa situación sola, en una ciudad que no era la suya. De alguna manera eso hizo que Dominique acudiera a mí como apoyo y consuelo. Esa situación fue lo que volvió a unirnos, y hoy en día soy (según ella) la única persona con la que puede hablar de verdad, aunque vivamos a más de 10.000 kilómetros de distancia. En 2021 pude volver a visitar Argentina por primera vez después de 4 años. Pude conocer a Dakota en persona y ver a mi hermana pequeña en el rol de madre. Me sorprendió verla tan madura y responsable, y lidiando con total naturalidad con la atención médica que Dakota necesita para vivir.
A través de la fotografía, busco resumir nuestra dinámica en evolución, capturando no solo momentos, sino la esencia de una conexión renovada. Revisar los álbumes familiares sirve como puente, permitiéndonos recordar, reconstruir y reimaginar nuestra hermandad. Las fotografías dialogan con notas de móvil que Dominique ha ido escribiendo a lo largo de los años, sobre lo que significa para ella transitar la vida con Dakota. El proyecto profundiza en los momentos ordinarios, pero extraordinarios, que definen su existencia diaria. Ser testigo de la fortaleza de Dominique como madre, al enfrentar los desafíos de las necesidades de salud de Dakota, es un testimonio de resiliencia. Es una narrativa visual que abraza la crudeza de la vida, encuentra la belleza en la vulnerabilidad y celebra el vínculo inquebrantable que perdura a pesar de las distancias geográficas. Dominique & Dakota no es sólo una documentación de vidas vividas; es un testimonio del poder del amor, la resiliencia y las profundas transformaciones que nos unen.
©Jaqueline Larsen
“En aquel otro lugar” de María Torija
“La enfermedad es el lado nocturno de la vida, una ciudadanía más cara .A todos al nacer, nos otorgan una doble ciudadanía, la del reino de los sanos y la del reino de los enfermos .Y aunque preferimos usar el pasaporte bueno, tarde o temprano cada uno de nosotros se ve obligado a identificarse, al menos por un tiempo, como ciudadanos de aquel otro lugar.”
Susan Sontag la enfermedad y sus metáforas.
“En aquel otro lugar “es un proyecto fotográfico que nace de una experiencia personal que gira en torno al cáncer de mama y se desarrolla en torno a las vivencias de esta enfermedad con un enfoque poético y muy personal, trazando un recorrido de los acontecimientos surgidos desde el diagnóstico hasta su remisión a modo de diario.
La narración fotográfica es una mezcla de imágenes singulares y combinadas, informes, collages y fotos personales que tratan de expresar los acontecimientos grabados en la memoria y en la historia agridulce de quien lo ha protagonizado, mientras se reflexiona con las situaciones que conlleva el padecer una enfermedad
La aproximación vivencial es muy subjetiva y las fotografías no dejan de ser una miscelánea de metáforas, un collage a modo de “Vanitas”.
El propio cuerpo es material para las fotografías, la piel se convierte en un paisaje reflejo de los fantasmas más íntimos del inconsciente y las secuelas terapéuticas de la enfermedad, es un mapa de batallas frente a las agresiones médicas.
Las vivencias terapéuticas se desacralizan, se mimetiza con el paisaje vegetal. Las raíces de las plantas se atornillan al suelo y funcionan como un taladro, penetrando en la tierra. Del mismo modo, las células cancerosas atacan los tejidos sanos y se atornillan a ellos cuando se expanden en la metástasis y hacen crecer los tumores. Vegetales invasores que se transforman y son un reflejo del cuerpo interno deconstruido y sin fronteras.
Este territorio de la enfermedad necesita indagar en la intimidad interior y nada mejor que las extrañas imágenes de las pruebas médicas desde su aportación estética, que nos pueden llevar incluso a lo sublime a través de la organicidad del cuerpo y su degeneración.
La división celular nos permite existir como organismo, es la vida, pero estas células invasivas son una visión más perfecta de nosotros mismos que nos matan en su continuo renacimiento.
©María Torija
Como veis, ¡EL NIVEL ESTÁ ALTO!